Las pymes españolas han comenzado a incorporar la industria 4.0, una nueva revolución tecnológica que cambia la forma de producir, aumentando considerablemente su eficiencia productividad y competitividad. El proceso que convierte a las fábricas en inteligentes, integra elementos como la digitalización, la automatización, realidad virtual, big data, internet de las cosas, robótica, movilidad y cloud.
Y se basa en la obtención e interrelación del máximo número posible de datos para mejorar cualquier ámbito o aspecto de la cadena de producción y venta. Entre los beneficios destaca la mejora de todos los procesos y el aumento de la rentabilidad. Algunos expertos cifran el incremento de la productividad en más del 20%.
“Al permitir tomar decisiones con más rapidez y precisión, la industria 4.0 eleva la eficiencia de la planta, mejora la calidad y optimiza los stocks”, apunta Benito Cerrillo, director de información de Vichy Catalán y vicedecano de nueva industrialización del Colegio de Ingenieros de Informática de Cataluña.