La ‘inteligencia’ entendida como una cada vez mayor sencillez a la hora de interaccionar con nuestro entorno y realizar las acciones de nuestro día a día no es un concepto aplicable únicamente a los hogares y edificios, como si fueran entidades aisladas e independientes de su entorno.
Pese a que muchos todavía ven lejano el advenimiento de las ciudades inteligentes, lo cierto es que ésta realidad está mucho más cercana a llegar de lo que pensamos. Puede que en menos de cinco años, las principales ciudades de la vieja Europa ya se estén convirtiendo en Smar Cities.
Gartner publicaba recientemente un informe en el que se mostraba a las claras lo mucho que van a evolucionar las ciudades inteligentes en los próximos años, del mismo modo que lo harán sus ciudadanos.
De acuerdo con las estimaciones de esta firma, en las ciudades de más de un millón de habitantes, hasta el 50% de sus habitantes compartirán algún tipo de información con iniciativas relacionadas con la gestión de las smart cities (administración inteligente, por ejemplo) para el año 2019.
Hacia el año 2020, el estudio de Gartner estima que un 20% de las administraciones en estas ciudades estarán generando valor con este tipo de iniciativas que facilitan la gestión de servicios y, asimismo, la interacción con el ciudadano.